viernes, 30 de agosto de 2013

Cuando me quise acordar ya era de nuevo esta hora en que es tarde para terminar, temprano para empezar. A destiempo arranco el viernes con estos ojos de insomnio, con la persiana todavía cerrada a las siete menos veinte.

Aunque intento no me sale ir a tiempo con el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario